Durante años, teorías alternativas han advertido sobre la llegada del misterioso planeta Nibiru, un cuerpo celeste que, según algunas tradiciones y textos antiguos, tendría un papel crucial en la historia y futuro de la humanidad. Asociado estrechamente con los Anunnakis, seres considerados dioses por las antiguas civilizaciones sumerias, Nibiru ha sido tema de debate, fascinación y temor.
Según estas teorías, el planeta Nibiru sigue una órbita elíptica extremadamente larga que lo lleva a acercarse a la Tierra cada varios miles de años. Su paso cerca de nuestro planeta no solo traería alteraciones climáticas y geológicas, sino que también marcaría el retorno de los Anunnakis, los míticos seres que, de acuerdo con las leyendas, manipularon genéticamente a los primeros humanos y establecieron las bases de la civilización.
Los defensores de esta creencia aseguran que las señales de Nibiru ya están presentes: cambios radicales en el clima, inusuales avistamientos astronómicos y un creciente interés de las agencias espaciales en el monitoreo de objetos cercanos a la Tierra. Para ellos, la llegada de Nibiru no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”.
El retorno de los Anunnakis, según esta perspectiva, significaría una transformación total de la humanidad. Algunos creen que vendrán a reclamar lo que consideran suyo, mientras que otros sostienen que su regreso podría implicar una nueva era de conocimiento, avances tecnológicos y redescubrimiento de verdades olvidadas.
Aunque la ciencia oficial descarta la existencia de Nibiru como una amenaza real, el mito sigue ganando fuerza en foros, libros y redes sociales, manteniendo viva la idea de que, en algún rincón del universo, el planeta Nibiru avanza lentamente hacia nosotros, trayendo consigo a los enigmáticos Anunnakis y el cumplimiento de una profecía ancestral.